El embrión humano es uno de nosotros: ayúdanos a defenderlo en Europa. Así se presentaba meses atrás una iniciativa promovida por un Comité de Ciudadanos con el objetivo de presentar un millón de firmas a la Unión Europea bajo una Iniciativa Ciudadana Europea reclamando a la UE la defensa de la dignidad, el derecho a la vida y la integridad de todo ser humano desde su concepción. Hoy, a falta de mes y medio para que termine el plazo de recogida de firmas, ese mínimo del millón de firmas ya se ha superado, según ha informado María Crespo, portavoz de la Iniciativa popular, en una rueda de prensa celebrada en la Oficina del Parlamento Europeo que ha contado con la presencia del coordinador de One of Us en España, Pablo Siegrist, y del eurodiputado Jaime Mayor Oreja.

El mínimo del millón de firmas para poder exigir directamente a la UE que legisle contra la financiación de proyectos donde se destruyan embriones y el final de la financiación de proyectos de cooperación con idénticos fines es una realidad, pero desde One of Us el objetivo marcado no puede ser sólo este mínimo. Según Siegrist, el objetivo mínimo es 1.200.000 firmas, para tener al menos un 20% de margen ante las posibles firmas que sean rechazadas por no ser presentadas de forma correcta o por no poder comprobarse su vericidad.

España supera con creces el mínimo de firmas necesarias

Nuestro país ocupa el octavo lugar de la lista con 61.924 firmas recogidas hasta la fecha, más del 152% del mínimo legal exigido, pero desde la Iniciativa Uno de Nosotros se confía en que esta cifra sea al final mucho más alta porque aún deben de verificar un buen número de ellas que todavían no han sido contabilizadas. Asimismo, Pablo Siegrist recuerda que falta también el "acelerón" final de la campaña.

Italia, con casi 360.000 firmas recogidas, seguido de Polonia con 164.500 y Francia con más de 86.000, encabezan una lista de 28 países tras la reciente incorporación de Croacia a la Unión Europea en la que, por contra, hay países en donde no será fácil llegar al mínimo legal requerido. Entre ellos llaman la atención los casos de Reino Unido, Suecia, Grecia y Bélgica, donde el número de firmas es todavía escaso, en parte porque las firmas no han sido confirmadas al estar en proceso de verificación pero también porque, según nos señala Siegrist, "no en todos los países existe la misma cultura de la protección la vida" ni la misma "cultura de movimientos societarios".

22 de septiembre, Día Europeo por la Vida

La presentación de resultados sirvió también para que la Iniciativa presentase las próximas acciones a llevar a cabo, como la movilización de sus voluntarios el próximo día 22 de septiembre, declarado como Día Europeo por la Vida. A través de movilizaciones locales, y coordinados con todas las aociaciones adscritas a esta iniciativa en Europa, se buscará dar un impulso que garantice ese margen del 20% más del millón de firmas mínimo y que permita alcanzar incluso el millón y medio de firmas para que "se oiga alta y clara nuestra voz". El eurodiputado Jaime Mayor Oreja insistió en la gravedad de la situación del embrión humano en el Viejo Continente y señaló que, en noviembre, una vez finalizado el plazo de recogida de firmas, los movimientos que componen One of Us harán balance de resultados en Cracovia (Polonia), a la par que estudian qué próximas acciones llevar a cabo.

El relativismo, origen de de un problema universal

One of Us no quiere detenerse solo en Europa ya que "el problema no es solo europeo, es universal, como así lo es el origen del mismo, el relativismo", según explica Mayor Oreja. El eurodiputado considera que el relativismo es el origen de muchos problemas actuales como legislar contra la vida porque "se comienza relativizando el sentido de la nación y luego se sigue relativizando todos los aspectos de la vida hasta llegar al sentido mismo de la vida". Además, el político incidió en que es un grave error que haya medios que no traten el problema de la dignidad de la vida o que lo salten de puntillas. Por eso, Mayor Oreja se mostró muy convencido de que es necesario olvidarse de celebrar "mínimos" y buscar el mayor número de firmas posibles para que la Comisión Europea reflexione sobre la gravedad de la situación, para que la Iniciativa sea tomada en consideración y no sea derrotada como lo sería ahora si se acude a la UE con sólo el mínimo del millón de firmas. La cifra del 1.500.000 es un objetivo que se puede conseguir, pero para ello se precisan no solo medios de comunicación y políticos, sino también "movimientos sociales". El llamamiento a la ciudadanía es claro, "llamar la atención" en los organismos europeos con el mayor número de firmas posibles antes del 1 de noviembre.