Ante el suicidio demográfico que está viviendo Europa

Demografia y Poblacion |

(Actuall.com) El Instituto de Planificación Familiar (IPF) presenta este martes 15 de mayo a las 11.30 en el Parlamento Europeo el Informe sobre Evolución de la Familia en Europa.

Lola Velarde, vicepresidente Internacional del IPF, será la encargada de presentar el informe y posteriormente tendrá lugar un acto con eurodiputados y agentes sociales para hablar sobre los datos que el informe refleja.

Uno de los capítulos del informe muestra un panorama desolador del panorama demográfico en Europa. El continente cuenta con una población de casi 512 millones de habitantes, con un incremento de 60 millones desde el año 75, principalmente a causa de la inmigración. La mayoría de ese crecimiento en los últimos 20 años, el 82%, se ha producido en Francia, Reino Unido y España, donde el crecimiento poblacional ha sido de 23,5 millones de habitantes.

Es llamativo que en los años 2015 y 2016, por ejemplo, la totalidad del crecimiento de la población se ha debido a la inmigración, ya que el crecimiento natural ha sido negativo, afirma el informe de IPF.

Europa está sufriendo además un crecimiento natural negativo por lo que nacen menos niños de las personas que mueren, siendo Alemania e Italia donde ese equilibrio es más marcado. La población inmigrante por lo tanto cubre esos huecos, de manera que actualmente representa ya el 8% de la población europea.

Como efecto de todo esto, Europa se está convirtiendo en un continente de ancianos donde las personas de más de 80 años suponen ya el 5,1% de la población, o lo que es lo mismo, 25 millones de personas. Mientras tanto la población menor de 15 años representa sólo el 15,6% de la población, mientras que en el año 1986 era el 20,3% de la población europea. Eso supone que ya hay casi 100 millones de personas mayores de 65 años, mientras que los menores de 15 no llegan a los 80 millones.

Una consecuencia de todo esto es que la edad media de vida en Europa ha alcanzado los 81 años -83,6 años para las mujeres y 78,2 los hombres-, y la media de edad europea está en los 42,8 años, por encima de China (37,4), Estados Unidos (38,1) o Rusia (39,6).

Con este escenario, las previsiones para Europa en el 2050 no son nada buenas, según el IPF. En ese año, por cada persona joven habrá dos ancianas y los efectos en la economía serán considerables ya que se producirá un incremento de los gastos sanitarios, las pensiones correrán un gran peligro con el sistema actual ya que se producirá un incremento del número de pensionistas y una reducción de cotizantes.

Además, esta situación afectará en el mercado de trabajo por la disminución de la proporción en edad de trabajar, una fuerza laboral decreciente y envejecida, mayor presión impositiva y pensiones más reducidas. En definitiva, lo que el IPF ha nombrado como un “suicidio demográfico“.