El verano incide en el aumento de las rupturas de parejas

Matrimonio y Familia |

(El Economista/EFE). Los meses de verano son un periodo crítico para las relaciones de pareja: las personas tienen más espacio para gestionar su mundo sentimental, aumentan los momentos de tiempo libre y se aprovecha cualquier situación para estar juntos lo que, a pesar de lo que pueda parecer, no siempre es positivo. De hecho, un tercio de las demandas de separación que se registran en España se formalizan en septiembre, y esto es debido, según la psicoanalista Pilar Rojas, a que "se ponen de manifiesto los problemas que durante el resto del año también existían pero se llevaban de otra manera más oculta".

Además, según explica la especialista, "parece que al estar de vacaciones hay que pasar 24 horas en pareja y eso es insoportable para cualquiera", por lo que la experta aconseja "realizar otras actividades que no sean siempre hacer todo juntos"Otra fuente de conflictos que cita Rojas es, precisamente, "el tener tiempo para pensar en ellos, y el parón de la intensa vida laboral y los días libres otorgan a los miembros de una relación demasiadas posibilidades para descubrir que algo no marcha". Según el psicólogo Oriol Rojas, "de la misma forma que haces reformas en casa lo haces en lo afectivo y empiezas a ver las deficiencias que no te agradan de tu pareja".

El calor, arriesgado para discutir

Y aunque parezca algo anecdótico, tampoco ayudan las altas temperaturas que pueden hacer las discusiones más tórridas. Mientras que se multiplican las recomendaciones para evitar riesgos tanto en la salud como en el medio ambiente, se olvida, en ocasiones, que la ola de calor también provoca incendios en la convivencia.

Los expertos coinciden en que la irritabilidad y el nerviosismo son las primeras consecuencias de la subida brusca del termómetro, porque el organismo tarda al menos siete días en adaptarse al calor y éste suele presentarse de golpe y porrazo. Este verano se prevén además unas vacaciones con pocos lujos como consecuencia de la crisis económica y, según los especialistas, el renunciar a determinados estímulos de placer para ahorrar costes puede suponer un sobresfuerzo que mine la relación.

No obstante, como apunta el abogado matrimonialista Rafael Fernández Crespo, a veces "los matrimonios aguantan más ya que cuesta afrontar los costes de abogados y procuradores, por lo que ha bajado el numero de demandas". Dificultades aparte, siempre hay una puerta abierta a la esperanza. El psicólogo considera que "cuando existe el amor como una realidad incondicional y ésa es la concepción compartida por los dos, entonces, es posible que la pareja sea estable", en invierno, en verano y a lo largo de toda la vida. "Si se ha aceptado que es algo para toda la vida, habrá que hacer prevalecer la consideración de este aspecto como la única realidad a tener en cuenta", alega Oriol Rojas.

Sin embargo, Rojas confiesa que la pareja actual suele ser una asociación afectiva que tiene un recorrido, y las personas están pasando de un compañero único "para toda la vida" a "pareja, y ya veremos..."Tal vez esto explique, junto con la mayor aceptación social, el aumento de rupturas sentimentales en relación con años pasados. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), desde 2002 a 2011 han aumentado los divorcios un 148,9 %. "Antes estaba socialmente penalizado y estaba más considerada la concepción de pareja para toda la vida, pero siempre ha habido conflictos", comenta la psicoanalista, que en verano parecen arder especialmente.

La mujer lleva la iniciativa de divorcio

Otro cambio que se ha registrado en los últimos tiempos es que "es la mujer la que lleva la iniciativa a la hora acudir a un despacho y comenzar una separación", ha señalado el abogado matrimonialista. Si se detectan problemas, puede ser de ayuda tras las vacaciones acudir a una terapia de pareja donde los expertos saben cómo favorecer el mutuo entendimiento.

"Cada vez acuden más parejas a terapia y ésta consiste en hablar de cosas de las que no se suele conversar, hecho que facilita la comunicación entre las personas, y mejora, por lo tanto, las relaciones", señala la psicoanalista. Si al pasar tiempo juntos se descubren cosas negativas, tal vez sea ésta una oportunidad para afrontarlas y ponerles solución cuanto antes, evitando así un daño mayor y un frío invierno sin nadie a quien abrazar.