España se enfrenta a una crisis demográfica de gran calado y no somos conscientes de su gravedad

Demografia y Poblacion |

(El Economista). España se enfrenta a un problema demográfico de gran calado debido a la escasez de población y a sus futuras repercusiones en el ámbito económico y social. Sin embargo, ni los ciudadanos, ni las empresas, ni los políticos tienen conciencia de su gravedad.

El 77,7% de los expertos cree que la sociedad española no ha entendido la seriedad del reto demográfico al que nos enfrentamos y un 82% asegura que tampoco contamos con los representantes políticos adecuados para hacerlo, según las principales conclusiones del Consenso Económico, correspondiente al primer trimestre de 2019, elaborado por PwC.

Entre las causas se encuentra una falta de nacimientos que -según el 45% de los encuestados-, se traducirá en las próximas décadas, entre otras consecuencias, en la imposibilidad de aumentar nuestra población activa y, por lo tanto, de generar ingresos que compensen los gastos de los más veteranos.

En cuanto a las propuestas que se deben llevar a cabo para evitar un posible colapso demográfico en España, el 70% de los expertos y empresarios considera que se deben poner en marcha un mix de medidas políticas que fomenten la inmigración ordenada -61,6%-, la natalidad -54%- y la actividad laboral de los mayores -39%-. De hecho, el 44% cree que las migraciones deberían ser la vía de ajuste natural de los diferenciales demográficos en las diferentes regiones y países del mundo.

Previsiones económicas

Por otro lado, el Consenso Económico incluye además las perspectivas de los expertos, empresarios y directivos sobre la evolución de la actividad en España. Se espera que en los próximos trimestres continúe la suave desaceleración de la economía española iniciada hace unos meses y apuntan a un crecimiento del PIB del 2,2% en 2019 y del 1,9% para 2020.

Una actividad que irá acompañada de unos precios que, según el 63% de los encuestados, se situarán entre el 1% y el 1,5% a finales de este año y de unos tipos de interés que, en esa misma fecha, seguirán anclados en el 0% para casi la mitad de los panelistas.

En relación a la evolución del consumo de las familias y de la demanda de vivienda, son pocos los que consideran que ambos factores vayan a aumentar en los próximos seis meses, sin embargo, un 60% espera que se sigan comportando igual.

Algo similar sucede con las expectativas de los expertos sobre la evolución de la inversión productiva, las exportaciones y la creación de empleo. Solo un 17,5% espera que tanto la inversión productiva como las exportaciones aumenten en los próximos seis meses y una mayoría espera que permanezcan estables. En cuanto al ritmo de creación de empleo, casi la mitad de los encuestados -48%- asegura que disminuirá.

Por último, en el plano internacional, las expectativas siguen marcadas por la incertidumbre y la debilidad del crecimiento. Disminuyen del 55,7% al 50% los que califican la situación actual de la economía mundial como buena y aumentan prácticamente en la misma proporción lo que la consideran regular. Este desplazamiento hacia posiciones menos optimistas son más pronunciadas cuando se les pregunta a los expertos sobre la Unión Europea.

Si miramos al futuro, para diciembre de 2019, el 33,6% de los expertos, empresarios y directivos espera que la situación económica en la Eurozona siga igual y un 58% que vaya a peor.

Y es que, las dos principales cuestiones que están condicionando las perspectivas a corto plazo de la coyuntura económica mundial tiene que ver con los riesgos derivados de las tensiones proteccionistas y los riesgos asociados al Brexit y a la integración europea.