(ABC). Una encuesta que ha presentado The Family Watch hoy en Madrid revela que las familias españolas tienen más optimismo respecto a que mejore su situación este año. Si bien siguen siendo una gran mayoría (60%) las que creen que su calidad de vida ha disminuido, el porcentaje de las que piensan así es un poco menor que en 2014 (62%). Además, se percibe cierta esperanza en otros parámetros que se han analizado en este estudio: la mitad (50%) de los hogares cree que la situación económica familiar seguirá igual dentro de un año. En 2014 eran más los que creían esto: un 52%. Se aprecian pequeños cambios:ahora son más los que consideran que su situación mejorará este año, en concreto el 24% de los consultados (en 2014 era el 18%). Y son menos los pesimistas que piensan que 2015 será un año peor (18,5%). Antes (21%).

En la encuesta se ha preguntado a la población sobre distintos factores que afectan a la familia española. Por ejemplo, revela que son más los que consideran que se reconoce pública y legalmente el papel de la familia en España (54,2% de la población). Y aunque son menos, es elevado todavía el porcentaje de los que cree que aún no se reconoce a esta institución como merece: 39,4%. De hecho, este fue uno de los puntos en los que se detuvo María José Olesti, directora generalde The Family Watch, para reclamar un mayor reconocimiento a la familia por parte de «por parte de las instituciones públicas, no sólo desde el punto de vista social, sino que dicho reconocimiento se vea refrendado con mayores ayudas. Qué duda cabe que la necesidad de un Pacto de Estado por la Familia, por encima de gobiernos, es cada vez más urgente». De hecho, Olesti abogó por el esperado Plan Integral de Apoyo a la Familia,que prepara el Gobierno, como la «gran esperanza para poder mejorar la vida de las familias en nuestro país».

Un futuro peor

El estudio ha puesto de manifiesto que los hogares están preocupados por la pobreza infantil. De hecho, para un 31% es el principal problema al que se enfrenta la infancia en nuestro país, como consecuencia de la crisis que ha sufrido España, la destrucción de empleo y la bajada de los salarios, unido a la escasez de ayudas públicas. Y el panorama no parece muy esperanzador, a la luz de los datos que refleja este estudio: el 43% de las familias piensa que el bienestar futuro de sus hijos será mucho peor del de sus progenitores. Algo que ocurre por primera vez, porque siempre los padres han pensado que sus hijos vivirían mejor. No en vano, en seis de cada diez hogares se considera que la pobreza infantil tiene que ser un asunto de Estado.

Tal y como comentó la directora general de The Family Watch, «la crisis ha recaído principalmente en las generaciones de menos de 45 años. Algunos han perdido su empleo, o han sido recolocados en puestos de inferior cualificación y salario. Si a eso unimos las obligaciones familiares: hipoteca y la atención a los hijos vemos que en muchos casos estamos haciendo que su empobrecimiento sea cada vez mayor. O apoyamos más a esas familias o el problema siguiente con el que nos encontramos será el demográfico, como manifiestan todas las estadísticas conocidas».