La mayoría de los españoles se aferra a la familia, ante el paro y la crisis

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Ante las penurias económicas, ante la enfermedad, ante cualquier adversidad... La familia es el lugar donde buscar refugio. Esta institución no pierde valor, por el contrario: se afianza con el tiempo y goza de muy buena salud. De hecho, en los tiempos que corren, el 88,10% de los españoles confía en su familia cuando se presentan problemas serios y busca a sus seres queridos cuando llegan dificultades económicas para llegar a final de mes o se queda sin trabajo y pasa a engrosar las listas del paro, como ha recordado la ONG Aldeas Infantiles SOS de España con motivo del Día Internacional de las Familias, que se celebra hoy. Sin embargo, a pesar de ser la institución más valorada por los españoles y un colchón frente a la crisis que está frenando una profunda fractura social, la jornada de hoy tiene una gran carga reivindicativa por parte de todas las asociaciones de familia, que hacen balance negativo sobre cómo se encuentra la familia en nuestro país. La mayoría de las organizaciones piensa que está siendo maltratada por las administraciones. Abandonada por las administraciones Uno de los informes más negativos sobre la situación de la familia española ha resultado al comprobar cómo se están aplicando las recomendaciones que en política de familia realiza la Unión Europea y lo que realmente se está haciendo en nuestro país para proteger y favorecer a esta institución. Lo ha hecho en una exhaustiva comparativa el Instituto de Política Familiar(IPF), que llega a una triste conclusión: «Las administraciones españolas ningunean a la familia a pesar de las directrices europeas», que además no se cumplen. España incumple las exigencias europeas para las familias Mientras Europa «ha redescubierto a la familia como una prioridad social y pública», dice el IPF, España sigue «abandonándola». La organización enumera toda una serie de recomendaciones europeas de las que se hace caso omiso en España. En nuestro país no existe un plan integral de familia, tampoco una ley de familia y mucho menos se tiene en cuenta una perspectiva de familia en las normas y planes nuevos que se aprueban. Pero donde más incide el IPF es en las ayudas económicas a las familias que no llegan ni al 0,1% delPIB. En el furgón de cola España es el cuarto país europeo que menos ayudas directas dedica a las familias, solo por delante de Polonia, Bulgaria y Lituania. Algo que el IPF ilustra con un ejemplo: la prestación por hijo a cargo se sitúa en 25,24 euros al mes cuando la media en la UE es de 125 euros. Además, no es una prestación universal, como ocurre en el resto de países, donde recibe esta ayuda todo aquel que tiene un hijo gane lo que gane. En España, está sometida a un límite de renta muy bajo (11.490 euros). Para hacerse una idea: una pareja en la que ambos ganen el salario mínimo no pueden acceder a esta ayuda. Y por si fuera poco esta prestación lleva congelada trece años. Algo que también denuncia la Federación Española de Familias Numerosas (FEFN). Las ayudas para familias con necesidades específicas son muy reducidas La UE pidió a los Estados miembros la necesidad de crear subsidios específicos para los hogares con necesidades especiales. Y en efecto, España cumplió: existen ayudas en caso de partos múltiples, familia numerosa, monoparental o madre con discapacidad y también cuando un hijo sufre una discapacidad. «Pero o están condicionadas a unos límites de renta muy bajos, con lo cual son pocos los que pueden acceder a estos apoyos económicos, o la cuantía es tan reducida que no cumplen su misión», asegura el IPF. La mayor asociación que aglutina a las familias numerosas, la FEFN, también se queja del grave perjuicio que sufren por «la no actualización, durante los últimos años, de los límites de renta y baremos utilizados por la Administración para determinar el acceso a ayudas sociales y familiares». La natalidad cae en picado En España tampoco se está impulsando la natalidad, como es el objetivo de la UE que apuesta por el crecimiento demográfico. Somos un país condenado a un envejecimiento sin precendentes. Cada año nacen menos niños, el índice de fecundidad (1,3 hijo por mujer) está muy lejos del reemplazo generacional (2,1)... Y en este ámbito, la última reforma del Gobierno socialista en la ley del aborto ha hecho un flaco favor a la natalidad, según denunció el Foro de la Familia. El déficit en medidas de conciliación, clave para el futuro según criterios europeos, tampoco anima a las familias a tener más hijos. Y subsanar estas carencias no es una prioridad en la agenda política española, aunque la UE aconseje ampliar la baja de maternidad a 18 semanas (hoy son 16) y luchar contra la discriminación que sufren muchas mujeres por parte de la empresa al ejercer su derecho a la maternidad. No obstante, las parejas españolas quieren tener más hijos: como media 2,5. En un día como hoy no está demás reivindicar a los poderes públicos por qué no se cumplen sus deseos.