Los "malos horarios" españoles favorecen los divorcios y perjudican la natalidad

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(ABC). Las jornadas laborales maratonianas entorpecen la convivencia y eso acaba favoreciendo los divorcios y perjudicando a la natalidad. Es una de las convicciones que se ha puesto sobre la mesa en Zaragoza, en el marco del octavo congreso nacional organizado por la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios.

El presidente de esta plataforma, Ignacio Buqueras, insiste en que España tiene unos "horarios casi imposibles". "Las jornadas laborales empiezan a unas horas similares a las del resto de Europa, pero las terminamos dos o tres horas más tarde". ¿Significa que trabajamos más?. No exactamente: "Estamos más horas en el trabajo, pero nuestra productividad está a la cola de Europa", afirma Buqueras.

"Seríamos más felices"

Es un problema que, según explica este experto, afecta directamente a nuestro estado anímico. Tiene repercusiones físicas y psíquicas, y eso se traslada a la convivencia. Hay poco tiempo libre, se resienten las relaciones de pareja y también la convivencia familiar. El fracaso escolar, el alto índice de separaciones y la baja natalidad que registran España están detrás de esos malos horarios, según Buqueras. Esos indicadores mejorarían si se cambiara la organización, si nos "europeizáramos" también en los horarios, con jornadas laborales que no fueran más allá de las cuatro o las cinco de la tarde. "Seríamos más felices", asegura el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios, que es un firme defensor de que las jornadas se adecúen al ritmo de la luz solar. Y, para eso, aboga por que se mantenga el horario actual y los relojes no se adelanten una hora a finales de marzo, como viene ocurriendo desde hace 70 años.

Para defender estas posturas, Buqueras apunta a las "positivas experiencias" que han puesto en marcha en los últimos años tanto empresas privadas como algunas administraciones públicas. Como ejemplo ha citado Iberdrola, "que desde hace seis años tiene fijado un horario laboral que va de las 7:30 a las 15:30, con 29 minutos de flexibilidad a la entrada y a la salida", o el Ayuntamiento de Madrid, que "lleva tres años con horarios más racionales". Estas experiencias demuestran, según Ignacio Buqueras, que se gana en productividad y que además se ahorra en gastos en las oficinas.

La televisión también cuenta

"España sería más feliz y más productiva con horarios más racionales", subraya. Pero no todo es organización en los centros de trabajo, sino también en las vidas privadas. Por ejemplo, fijándonos horarios de sueño más saludables, porque, de media, los españoles dormimos 53 minutos menos que la media europea, "algo que también afecta al fracaso escolar, al estrés o a la siniestralidad laboral".

La Comisión Nacional para la Racionalización de Horarios se ha fijado para ello en otros detalles que considera importantes: la programación de las televisiones. Está en conversaciones con las distintas cadenas con el objetivo de que "los programas de 'prime-time' no vayan más allá de las once de la noche".