Recortes en la paga de los niños

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Los treintañeros que viven hoy un panorama laboral desolador quizás recuerden de una forma lejana la crisis de finales de los ochenta y principios de los noventa, cuando eran pequeños. Era la época de Los Simpson, los 'tazos', los 'Micro Machine', la Game Boy y la Megadrive, el 'Dream Team' contra la Quinta del Buitre... pero también era la época de la devaluación de la peseta y el techo histórico -hasta entonces- del paro.

Una nueva generación sufre otra gran crisis. No es ni de lejos la posguerra de sus bisabuelos, pero no han conocido la 'Belle Époque' de hace un lustro. Viven desde casos extremos como que en algunos colegios han tenido que recurrir a las mantas por no poder pagar la calefacción, a las diferencias sociales -niño rico, niño pobre- que remarca esta larga recesión.

Las pequeñas preocupaciones de niños y adolescentes, como las pagas del fin de semana, los juguetes o las chucherías -con más IVA que en 2009-, también se han visto afectadas por los 'tijeretazos' en los presupuestos generales del hogar, según la última Encuesta de Presupuestos Familiares del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según sus datos, el gasto medio de los hogares se situó en 28.152 euros en 2012. A pesar de los 'tijeretazos' en compras como ropa y ocio, el coste de la luz, la enseñanza y, sobre todo, la vivienda, obligó a hacer malabarismos para cuadrar las cuentas. Ingeniería financiera del hogar en la que también participaron los más pequeños.

Paga semanal

Los hogares repartieron 164 millones de euros para los bolsillos de los menores en 2012, un 40% menos que en 2007, el último año del 'milagro español'; y un 24% menos que en 2010, cuando el país recayó en su segunda recesión.

Y este 'tijeretazo' se produjo a pesar de haber más jóvenes. En 2012 había 4,4 millones de menores entre 8 y 17 años frente a los 4,2 millones de 2007.

Las familias con un hijo destinaron el pasado año un 0,02% de su gasto total anual a estas pagas, la mitad que antes de la crisis. En el caso de las parejas con dos hijos, este porcentaje ha caído del 0,10% al 0,07%. Y en el caso de hogares con más de tres menores, el porcentaje ha bajado del 0,13% al 0,09%. Asimismo, "otro tipo de hogares" han reducido su aportación a pagas de fin de semana del 0,07% al 0,05%.

Cuando el sustentador principal de la familia está en paro, la situación es peor. Estos hogares dieron 9,4 millones en pagas de fin de semana en 2012, un 45% menos que en 2010, aunque la cifra de personas sin trabajo ha crecido en este periodo de 4,6 a 5,9 millones de desempleados.

Antes de la crisis, en 2007, los parados repartieron 5,1 millones de euros en pagas a menores, casi la mitad que en 2012. Claro que entonces había 1,9 millones de parados, tres veces menos.

Los hogares donde el cabeza de familia está en paro destinan un 0,03% de su gasto total anual a pagas de fin de semana. Esta cifra es parecida a la que destinan los hogares donde aún tiene empleo (0,04%) o done está jubilado (0,02%).

Resulta encomiable que, a pesar de la recesión, el porcentaje que destinan los parados a estas pagas se mantenga parecido al que había antes de empezar la crisis (0,04%).

Ropa, guarderías y artículos para bebés

En España había unos 1,4 millones de bebés de hasta dos años a finales de 2012, unos 40.000 más que antes del estallido de la crisis, según las estimaciones del INE. Sin embargo, el gasto en artículos para ellos se ha reducido a 618 millones, un 10% menos.

En el caso de las guarderías y jardines de infancia, el recorte ha sido ligeramente superior: los hogares gastaron 628 millones en ello, un 12% menos que en 2007.

El gasto en ropa de bebés y niños de hasta 13 años se redujo asimismo de 4.381 millones antes de la crisis a 3.560 millones, un 18,7% menos; mientras que la compra de calzado ha caído de 1.395 a 1.065 millones, un 23,6% menos.

En cuanto a los alimentos para bebés, el gasto en 'potitos' ha aguantado mejor la crisis. Los 445 millones gastados en 2012 apenas suman un 5,7% menos que antes del inicio de la crisis.

Menos mascotas, aunque más gasto

Ilusionar a los niños con una mascota es más difícil tras cinco años de crisis y dos recesiones. La compra de animales domésticos movió 95,5 millones de euros en 2007. Sin embargo, la facturación se redujo a 58 millones el pasado año, un 39% menos.

Sin embargo, el gasto en artículos para mascotas se ha disparado de 1.067 a 1.343 millones desde el inicio de la crisis, un 25% más. Según el INE, los hogares destinaron un 0,26% de su presupuesto a esta partida.

Según la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC), un 49,3% de los hogares españoles tiene una mascota. Sus estimaciones apuntaban en 2009 a un censo de 4,7 millones de perros, 3,3 millones de gatos, 3,7 millones de pájaros y 6,4 millones de peces.

Juguetes y bicicletas

El gasto en juguetes e instrumentos musicales no sólo va destinado a los menores, por lo que resulta imposible estimar hasta qué punto los más pequeños de la casa han visto afectado su ocio por la crisis.

Juegos, juguetes, aficiones y pequeños instrumentos musicales movieron 2.070 millones de euros en 2012, un 0,41% de todo el presupuesto de los hogares. Esta es una de las partidas donde más se ha notado el 'tijeretazo' por la crisis, un 24,8%, porque en 2007 rondaba los 2.756 millones de euros, un 0,53% del presupuesto total de las familias.

Otro de los regalos estrella para un niño, la bicicleta, parece no haber sufrido la crisis. Aunque en este grupo también van incluido los mayores, cabe destacar que el gasto se ha disparado aquí un 37% tras cinco años de crisis, hasta los 307 millones de euros.

Colegio

Mientras los hogares han sacado la 'tijera' y han recortado desde las pagas de fin de semana a la compra de ropa y 'potitos', el gasto en educación se ha disparado.

Las familias destinaron 2.008 millones de euros a educación infantil, primaria y secundaria obligatoria en 2012, un 20% más que antes del estallido de la crisis. Por su parte, bachillerato 'se comió' otros 363 millones, un 7,7% más que en 2007.

Por su parte, el gasto total de los hogares en libros de texto, excluidos los de educación superior, se ha elevado a 1.134 millones de euros, un 7,7% más en el mismo periodo.

Pero no sólo es una cuestión de dinero. Cada vez hay menos niños. El pasado año nacieron 453.637 bebés, 38.890 menos que antes de la primera recesión. Puede que vean de refilón el final de la crisis, pero lo más seguro es que pagarán las deudas de nuestras generaciones -o al menos lo que quede de las pensiones-.